La provincia de Soria está rodeada de montañas, siendo el Moncayo con 2.315 metros de altura la cumbre más alta en el este del Sistema Ibérico. Más al norte están los Picos de Urbión y la sierra de la Cebollera, Piqueras y Santa Inés con alturas entre los 1.750 y los 2.073 metros. Otras sierras a citar serían las de Pela, el Madero, el Almuerzo y Cabrejas.
Pero si nos referimos a Soria capital tenemos que nombrar el Monte Valonsadero, que es la enseña de todos los que hemos nacido y vivido en este entrañable lugar. Un regalo del rey Alfonso VIII a la ciudad de Soria, Valonsadero es historia que ha ido escribiendo la sociedad soriana a lo largo de los siglos.
La primera referencia escrita que se tiene de la regulación del uso de los pastos, masa forestal, caza y pesca en Valonsadero data de 1256, cuando Alfonso X otorgó su fuero a Soria. Debido a las referencias de sus pinturas rupestres en las cuevas, se puede pensar que estas actividades ya se practicaban en el III milenio antes de Cristo.
En los abrigos de las rocas se pueden ver figuras humanas asociadas a cuadrúpedos en tareas de pastoreo y caza, siluetas de árboles y formas que dan a entender un redil, un abrevadero e incluso un campo labrado.
En el siglo XVIII se daba un modelo económico que servía de sustento a parte de la sociedad soriana y del barrio de Las Casas. En 1536 todos los vecinos de Soria tenian derecho a tener en el monte doce vacas y un toro o doce yeguas y un caballo, pagando una pequeña cantidad.
Hasta 1664 el monte fue propiedad en condominio al 50% de la Casa de los Linajes y el Común de los Vecinos. Con el paso de los siglos ha tenido vida relacionada con la ganadería, de tal manera que a principios del siglo XX había en Valonsadero 44 ganaderos sorianos y casinos con más de 1.100 reses, dotados con cabañas, chozas y corrales. Actualmente, más de 2.500 hectáreas se dedican al pasto de ganado vacuno y ovino.
El testimonio de Hermógenes Martínez que fuera guarda durante más de 30 años en La Casa del Guarda donde dice que conoce muy bien el monte donde vivió y que recuerda lo bonito y feliz que fue su estancia, trabajando con mucho gusto y teniendo mucha estimación por el servicio que presto. Esta persona es muy querida por todos los sorianos, por lo que representa por su incansable labor a lo largo de esos años defendiendo este espacio medioambiental.
Valonsadero, con 2.793 hectáreas de monte, praderas y vegas, es el monte de utilidad pública más importante de la capital, pero además de cifras y datos que atesora, lo que supone de sentimientos y emociones tiene un peso mayor en los adentros de los sorianos.
Este espacio único que está a escasos 5 Kms. de Soria, se sitúa escondido entre el Pico Frentes y el Rio Duero y es todo un tesoro natural que se ha logrado conservar a lo largo de los siglos que ahora se disfruta como un espacio libre lleno de recursos de todo tipo. El acceso es fácil, pudiendo hacerse andando, en bici o en coche como un paseo de lo más llevadero. Dentro del monte hay preparadas cinco rutas de senderos cuidados y señalizados para disfrutar de su fauna, flora, micología, fuentes, puentes, pinturas rupestres, geología, etc. Tiene además equipamientos como Centro de Interpretación, La Cabaña con su maqueta, los talleres y actividades del Aula Ambiental y el merendero de la Casa de Autoridades.
Mención especial a destacar son los actos que se desarrollan en este espacio con motivo de las tradicionales Fiestas de San Juan o de la Madre de Dios como El Desencajonamiento, El Lavalenguas, La Compra, La Saca, todas ellas relacionadas con el toro, que hace años se criaba en este monte Valonsadero y que este tiempo se traen del campo charro. Todas estas celebraciones están reguladas por las ordenanzas de San Juan donde se detallan los usos y costumbres con las que se rigen y que ya en 1270 existen referencias de las mismas. En estos actos, la alegría se desborda a base de música, canciones, vino, meriendas, sol, armonía y felicidad.
Valonsadero es un lugar para respirar aire puro a lo largo de todo el año, siendo beneficioso para el alma y un descanso para el cuerpo. Es un lugar donde el deporte tiene su lugar, de tal forma que a lo largo del año se celebran diversas carreras populares y marchas a pie o en bicicleta, siendo destacable el denominado Cross Internacional Ciudad de Soria que forma parte del calendario europeo de Atletismo lo que le da una fama de gran nivel. Durante años ha sido lugar de entrenamiento de reconocidos atletas como Abel Antón o Fermín Cacho, ambos sorianos, así como Reyes Estévez, Roberto Parra o Tomás de Teresa. A diario es el marco elegido por muchos sorianos para la práctica del deporte, que utilizan la pista finlandesa, el parque de mayores, tiro con arco, rappel, bicicleta, paseos a caballo, senderismo, tirolina y escalada para luego coger fuerzas degustando los manjares en la Casa del Guarda, donde no faltara el Torrezno de Soria con un buen vino de Ribera del Duero, como lo hicimos en el Encuentro celebrado en Septiembre de 2014 y que no olvidamos fácilmente.
Este escrito tendrá continuidad porque han quedado muchos temas sin completar de un lugar tan singular, como las pinturas rupestres, la flora y la fauna y del que ahora me despido con estas coplillas.
Fiesta de San Juan (1936) Amores sanjuaneros (1961)
Dime, dime mi lucero Pues brotan al aire limpio
si a la Saca quieres ir con fragancia de romero
dime si a Valonsadero sobre la vega florida
conmigo quieres venir…. bailando en Valonsadero…..
Saludos de Luis Carramiñana La Vega.
Recuerdo del Encuentro en SORIA con comida en Valonsadero -> VER
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