Lamentablemente se nos ha ido Pedro Yunta de forma rápida, inesperadamente.
Arrastraba muy dignamente, con mucha entereza y disciplina su enfermedad.
Cuando conocimos el programa del Encuentro en Segovia hablamos de subir a comer un día con todos los compañeros, y decidimos confirmarlo un poco más adelante.
El quince de Agosto estuvo comiendo en nuestra casa, disfrutando ambas familias y sin poder sospechar ninguno que era la última salida que haría a comer fuera de su casa. (Obviamente no considero el hospital).
Después todo fue, como decía antes, muy deprisa.
Se nos fué un gran hombre, buen padre y esposo.
Recuerdo la letra de una canción de Alberto Cortez.
“Cuando un amigo se va, deja un espacio vacío, que no lo puede llenar, la llegada de otro amigo”
Lucía y yo somos los padrinos de su hija, nosotros estudiamos juntos -primero en la UL Córdoba y después en la UL Tarragona- y nuestras esposas también estudiaron juntas y también son, aparte de amigas, profesionalmente colegas.
Personalmente se me ha ido algo más que un gran amigo, fué ese hermano que eliges, que quieres que sea tu familia.
En fin, la vida es así y aunque son días duros, no nos queda más remedio que aceptarlo y seguir adelante.
Un abrazo.
1 comentario