Hace 24 años, cuatro científicos –astrofísica, biología, paleontología, matemáticas y física- escribieron conjuntamente “La historia más bella del mundo: los secretos de nuestros orígenes”. De sus páginas he extraído los siguientes párrafos que pongo a disposición de los lectores interesados en el tema.
¿De dónde venimos? Del Big Bang que se produjo hace 15.000 millones de años.
¿Qué somos? Partículas, átomos, moléculas, macromoléculas, células, organismos hechos de varias células, poblaciones compuestas por varios organismos, ecosistemas hechos de poblaciones,…
¿A dónde vamos? Los elementos que componen nuestro cuerpo son los que antaño dieron lugar al Universo. Descendemos de los monos y las bacterias, pero también de los astros y las galaxias. Habitamos un planeta insignificante, ubicado en los suburbios de una modesta galaxia y sin embargo…
La aventura que fue cósmica, química y biológica, ahora es cultural y técnica. ¿A dónde nos conduce? La respuesta en el último párrafo. Antes…
Los astrofísicos buscan el origen del Universo que se produjo hace 15.000 millones de años.
Los Biólogos el origen de la Vida en la Tierra que tuvo lugar hace 3.800 millones de años.
Los paleontólogos estudian la evolución que ha desembocado en el Hombre, hace solo un puñado de millones de años. Este animal mamífero, vertebrado y primate, ha evolucionado inventando la caza, la guerra, la ciencia, el arte, el amor,… preguntándose siempre, ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?
Respondemos a la pregunta con que finaliza el párrafo anterior y otro precedente: ¿a dónde nos conduce la aventura cultural y técnica?
La humanidad es una conciencia colectiva de nosotros mismos; estamos inventando una nueva forma de vida planetaria que engloba el mundo viviente y los productos humanos. Un macro-organismo que también evoluciona. Sus células seríamos los seres humanos, el sistema nervioso Internet, con un metabolismo que recicla los materiales. Nuestros inventos son los equivalentes a las mutaciones de la naturaleza. El Hombre crea nuevas “especies”: teléfono (oído), televisores (vista), vehículos (movimiento), ordenadores (memoria), satélites,…
Y, a modo de Darwin con la evolución natural, el Hombre actual hace su propia selección cultural y técnica. La vista y la televisión, la memoria y los ordenadores, las piernas y los medios de transporte. Extraemos recursos energéticos de la tierra en nuestro propio beneficio, y tiramos los desechos en nuestro entorno, modificando los ecosistemas. En resumen, empobrecemos el sistema que nos sostiene.
Hay que buscar armonía entre Tierra y tecnología, entre ecología y economía.
Con la ciencia se aprende, la religión enseña. La duda es el motor de la ciencia: la fe sostiene a la religión.
Del mono a Hombre 3ª parte -> VER
Los sapiens que vivíanen el Kalahari -> LEER
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