TE HAS IDO EN SILENCIO
Llevaba días “con la mosca detrás de la oreja”. El cómo se ha producido y el contacto frecuente no me hizo pensar que la llamada telefónica de Iñaki, fuera comunicarme lo que, por Eva, su hija, sabia que estaba próximo a ocurrir, aunque no quisiera aceptar. SANTOS NOS HA DEJADO EN SILENCIO.
Un silencio de quien socializaba queriendo pasar inadvertido para no causar intranquilidad, que practicó frecuentemente y del que me daba muestras en nuestras conversaciones y en los últimos mensajes de hace unos días, con dos o tres palabras.
La amistad, -era mútua-, ha contribuido a que, en la pasada noche, el sueño haya sido mas intermitente de lo habitual lo que ha favorecido el repaso de actitudes y vivencias durante los años de convivencia con él y del grupo, que iban a ser decisivos para nuestras vidas. El cariño no ha impedido la objetividad y aunque atropelladamente he ido razonando algunos de los regalos que recibimos.
Santos era amoroso de la familia. Recuerdo como me hablaba de sus hijas; lo orgulloso, sin decirlo, que se sentía de ellas. De Eva y como progresaba en su trabajo, profesión en la que en los inicios no pensaba que fuera atractiva. De Marta y lo contento que se sentía de que hubiera vuelto a vivir al País Vasco y de su participación en la serie “Patria” de sus nietos…
Amante de su tierra, pero universalista. Quien no le conociera podría decir que era pueblerino en el sentido de su origen de nacimiento, que no de modales y amplitud de ideas.
Recuerdo la larga conversación que mantuvimos Paco Cantero y yo con el, en Bilbao en el 2013, que supuso una nueva toma de contacto, que nos supo a poco, después del primer encuentro del 2008
Rebelde pero tranquilo. Recuerdo, -recordamos-, aquel encontronazo que provocó un profesor de dudosa sensibilidad, relacionado con su nombre compuesto que despertó su furia, manifestándola pronunciando su nombre mascando las palabras. Debió sentirse muy ofendido en ese momento porque lo habitual era una respuesta ponderada sensata y apacible. No era rencoroso; a pesar de tener muy buena memoria, alguna vez que le referimos el incidente, no lo recordaba.
Era celoso de sus valores y sencillo en las costumbres y con un fino sentido del humor a pesar de su imagen de seriedad.
Sincero sin despilfarros, lo que le hacía más creíble despertando confianza en él, en el trato cercano, desde la reserva que a primera vista mostraba, posiblemente dada su sinceridad, para no ser vulnerable.
Quien esto lea puede concluir que lo conocía en extremo y no es exacto. Me hubiera gustado tener con él las charlas presenciales de jubilado, que no fueron posibles por la distancia geográfica, su yo en la madurez. Las que teníamos por la red social, el repaso de videos y fotos de los distintos encuentros, me hace sentirme agradecido del trato recibido de él, satisfecho del grado de entendimiento.
Santos: Me enorgullezco de haberte tenido como amigo.
Desde la torpeza y el aturullamiento, -me ha costado escribir esto-, y probablemente me ha impedido poder transmitir la realidad en plenitud de lo que siento. Seguro que los que me vais a leer tenéis como yo, muchas más razones y argumentos que los aquí expresados. Yo he pretendido que fuera la descripción de lo que era: UN HOMBRE BUENO.
Máximo Martínez
21-01-2023
Picando en la imagen inferior se abre la galeria de fotos.
A pesar de que nuestros domicilio solo distan 14 km. -de Bilbao a Getxo- solo pudimos vernos en una ocasión, en Burgos, en el Encuentro de Delineantes que se celebró en esa capital castellana hace unos años. Por una razón, o por otra, nunca pudo acompañarnos en las reuniones gastronómicas de Erandio.
Santos ha cumplido su ciclo de vida, pero siguen su estela sus hijas y nietos.
¡Hasta siempre Santos!
Iñaki Fernández Arriaga
No es fácil casi nunca despedir a un compañero en estas circunstancias. Se nos aminora el grupo, ley de vida dicen, pero no lo aceptas. Nos quedamos con los buenos momentos que pasamos junto a ellos, su recuerdo y la esperanza de un futuro que no conocemos y se escapa a toda razón e inteligencia. Recibimos todo el grupo de «Laborales delineantes» (Aunque algunos no fuimos de los que trazaban rectas y demás) el agradecimiento de sus hijas, vieron la Web de Paraninfo, escritos, fotografías y así me lo manifestaron; para Máximo, incansable, atento a todo detalle y a Iñaki por su interés y trabajo en al web. También a todos los componentes del grupo por los Encuentros y cariño hacia ellas.
Descansa en Paz Santos y un abrazo a sus Hijas y nietos..